Un joven profesional es contratado para un buen puesto en la empresa que siempre soñó. Sin embargo, el sueldo esta muy por debajo de las expectativas que originalmente tenía. ¿El dinero no es todo?
Tengo un gran empleo mal pago
En un artículo del diario La Nación publicado el día 20 de agosto del 2012, en el suplemento de Empleos, que describe la temática de información, motivación y contrato psicológico, y cómo las expectativas de ambas partes coinciden y llegan a formar un buen clima de trabajo.
En este artículo, Diego Kirschenbaum, director de la consultora llamada Capital Humano, describe como una buena búsqueda logra un buen ambiente laboral, desafíos prometedores y posibilidades de desarrollo. Y asimismo un factor determinante de una satisfacción garantizada.
En este contexto existen empresas que pagan menos de lo que deberían porque no comprenden el profundo valor de un empleado contento y comprometido. Hay otras, que ofrecen sueldos bajos sólo porque no tienen otra opción.
Al margen de lo que la empresa puede dar, el profesional debe ofrecer su parte. La falta de comunicación genera, a veces, un desequilibrio entre las expectativas del empleado y el sueldo que la empresa ofrece. En estos casos es necesario que el empleado exprese su descontento y así el jefe podrá tomar conocimiento de la situación. Si la empresa no posee los medios para mejorar el dinero, existen alternativas que puedan acercarse a cumplir con las expectativas del profesional.
Hay quienes valoran opciones de tiempo libre, por ejemplo, que es algo personal y tiene un peso diferente en cada uno. Una buena estrategia por parte de la empresa, seria observar las necesidades del empleado y ofrecerle un beneficio que s acomode a sus necesidades. Esto podría favorecer tanto a la empresa, que cuida a su recurso valorado y ofrecerle un beneficio que se acople a sus necesidades.
El dinero puede no ser todo, sobretodo si el profesional se siente a gusto con su trabajo. Evaluar otras alternativas es siempre un camino posible. El recurso económico, a veces, puede esperar.
Levinson en su definición de contrato psicológico, dice: “…relación dialéctica entre el individuo y su organización, utilizando para ello el concepto de contrato psicológico, conjunto de expectativas recíprocas en cuanto a derechos y obligaciones en gran parte de naturaleza inconsciente, de carácter informal, dinámico y fuertemente relacionado con el reconocimiento recíproco que necesitan tanto la persona como la organización”
La permanencia del contrato psicológico para el análisis de la salud del empleado, está dada por el hecho de que este contrato contribuye a la permanencia del mismo en la organización. El concepto de salud psíquica como aquello que remite a una unidad en el pensar, en el sentir y en el hacer.
Con este artículo, quisimos expresar nuestro pensamiento a cerca de lo importante del establecimiento de un contrato psicológico que impacta directamente en la satisfacción laboral y genera consecuencias en el clima laboral.
Fuente: C&LP