Por Cecilia Novoa
Pocas veces se le presta atención a los fracasos empresariales, a aquello que se hizo con pasión y trabajo pero que, finalmente, no resultó. Sin embargo, en todo emprendimiento o proyecto profesional siempre es una posibilidad.
Además, diferentes traspiés se han convertido en la llave maestra de muchos emprendedores para ver y comprender los errores y salir fortalecidos. Es que, de los fracasos -casi- siempre se aprende.
"Por supuesto que los fracasos enseñan, pero en la medida que se logre capitalizarlos y se tenga la vocación de aprender", asegura Silvia Rodil, directora de la consultora Ghidini Rodil.
No obstante, la experta en RRHH cree que "el fracaso enseña a quienes están dispuestos a aprender de él". "No es una regla general", dice.
Por otro lado, Rodil observa una tendencia bastante generalizada a ubicar "en el afuera" el error. Causas como la "mala suerte" o "la época no nos acompañó" son respuestas bastante comunes después de una experiencia fallida, ejemplifica.
En tanto, el director de MS Coach, Martín Sandoval, hace hincapié en que en general, las personas son reacias a aceptar los fracasos y los errores porque significan una derrota, cuando, en realidad, la vida laboral está plagada de victorias y derrotas.
También para el consultor, "hay que capitalizarlos en términos de procesos de aprendizajes".
Y si bien las causas de los fracasos varían en cada caso, se pueden trazar algunas generalidades. En principio, muchas veces se cree que lo que pasó fue "mala suerte" y quizá con un buen análisis previo se podría haber evitado o por lo menos minimizado el impacto.
En cambio, en los casos donde todo se hace de forma responsable y también se fracasa, lo importante es tener en cuenta el costo de salida y estar seguros de que se puede resistir.
Además, si el emprendedor puede afrontar el costo de salida eso lo valida a hacer otro proyecto y que la gente lo acompañe.
La personalidad y la edad, clave
"No es malo equivocarse y volver a empezar, pero en esto hay que tener en cuenta la personalidad y la edad del emprendedor", advierte Rodil.
"No es malo equivocarse y volver a empezar, pero en esto hay que tener en cuenta la personalidad y la edad del emprendedor", advierte Rodil.
En cuanto a la personalidad, ante un emprendimiento que no brindó los frutos deseados muchos profesionales se cobijan en la relación de dependencia.
"Esto lo vemos muy a menudo en nuestras entrevistas para procesos de búsquedas. Se podría decir que no son emprendedores natos", cuenta la directora de la consultora especialista en selección de ejecutivos y profesionales.
Y completa: "Probablemente el que tenga fibra de emprendedor absoluta ante una caída vuelve a resurgir. En estos casos, quienes emprenden están dispuestos a pagar el precio del posible fracaso, que puede ir desde la afectación de su situación económica hasta su imagen social y personal."
La edad, en tanto, no es un tema menor. Es que, lógicamente, no es lo mismo reponerse económicamente a los 25 años que a los 45.
Al respecto, Rodil señala que "si el camino posterior que se elige es buscar alguna posición en relación de dependencia, a medida que se esté llegando a los 50 las posibilidades se van achicando."
En definitiva, advierte, en todos los aspectos la posibilidad de "recuperación" de un joven no es la misma que la de un adulto mayor.
La importancia de aclarar y detallar
Para Gustavo Wurzel, socio de la consultora de búsquedas ejecutivas Backer Wurzel & Partners, "a muchos emprendimientos le van, pero lo importante es entender las causas de fracaso."
Para Gustavo Wurzel, socio de la consultora de búsquedas ejecutivas Backer Wurzel & Partners, "a muchos emprendimientos le van, pero lo importante es entender las causas de fracaso."
"Si fue por una mala gestión de la persona, es preocupante. Si terminó por un factor externo, es diferente, porque en este caso el resultado no depende del emprendedor", diferencia el headhunter.
Y añade: "Durante un proceso de selección, el profesional no debe victimizarse. Por el contrario, tiene que explicar muy bien todas las situaciones y responsabilidades, como así también demostrar que lidió con un escenario desfavorable y que aprendió de sus errores."
Y añade: "Durante un proceso de selección, el profesional no debe victimizarse. Por el contrario, tiene que explicar muy bien todas las situaciones y responsabilidades, como así también demostrar que lidió con un escenario desfavorable y que aprendió de sus errores."
Además, el fracaso desarrolla en las personas una serie de competencias como, por ejemplo, el enfoque en los resultados, la capacidad de aprendizaje, y la resiliencia.
La pregunta que incomoda
Rubén Heinemann, Director Asociado de la firma Wall Chase Executive, cuenta que en las entrevistas una pregunta común al candidato es aquella que hace referencia a sus experiencias profesionales fallidas.
Rubén Heinemann, Director Asociado de la firma Wall Chase Executive, cuenta que en las entrevistas una pregunta común al candidato es aquella que hace referencia a sus experiencias profesionales fallidas.
"En general, los postulantes que saben que viene esa pregunta, la mayoría de las veces dan respuestas inadecuadas. Se sienten incómodos y, lo peor, es que contestan con frases hechas, cuando en realidad no es el fin del mundo que le haya ido mal en algo", revela el experto en búsquedas ejecutivas.
Heinemann nota por parte de los candidatos una clara resistencia a contar los frustrados episodios laborales. En su opinión, sin embargo, deberían ser relatos genuinos y no dramáticos ya que "la gran mayoría de los personas tuvo algún proyecto o actividad que no le salió bien."
Es, a su vez, realista. Es que, para el director de Wall Chase, no es creíble que en su vida profesional un gerente general o un director nunca hayan tenido un problema.
Además, subraya, al momento de la entrevista lo más importante a indagar es como reaccionó el candidato en ese momento y de que manera salió de la situación.
En esta línea, la directora de Selección de Adecco Argentina, Eugenia Besler, apunta que "si el candidato tuvo una experiencia laboral fallida es importante que no reniegue de la misma sino que argumente que fue lo aprendido y cuáles serían los errores que no volvería a cometer."
"Siempre que hacemos este tipo de preguntas damos la posibilidad a que los candidatos puedan contarnos también como actuarían en caso que se les presente en el futuro la misma situación que los llevó en el pasado a actuar de modo fallido", remarca la directora de Adecco.
Claro que tampoco las experiencias fallidas deben ser demasiadas, porque sino, a los ojos del consultor y de la empresa que está buscando el perfil adecuado una incorporación, el balance entre éxitos y fracasos se complica.
La resiliencia cotiza en alza
"Fundamentalmente, lo que prueban los fracasos es la resiliencia de la persona, que es una competencia muy importante, ya que evidencia que a pesar de que algo pudo haberle salido mal, tiene la fuerza, el coraje, la integridad y la energía para sobreponerse de la situación", remarca Heinemann.
"Fundamentalmente, lo que prueban los fracasos es la resiliencia de la persona, que es una competencia muy importante, ya que evidencia que a pesar de que algo pudo haberle salido mal, tiene la fuerza, el coraje, la integridad y la energía para sobreponerse de la situación", remarca Heinemann.
La resiliencia es, sin dudas, una competencia cada vez más buscada y valorada por las compañías. Se trata de concepto gestado en el ámbito de la física y que tiene que ver con la capacidad de determinados materiales de volver a adoptar su forma natural frente a un impacto o choque.
En las ciencias sociales, la resiliencia se refiere al convencimiento que tiene una persona o un equipo en superar los obstáculos sin pensar en la derrota, a pesar de que el escenario se presente adverso.
Según explican desde la consultora Hay Group, existen cuatro capacidades que son la base de la resiliencia y sobre las cuales trabajan los especialistas en coaching:
· Alto nivel de autoconfianza
· Alto nivel de flexibilidad (lo que lleva a la anticipación porque permite leer la realidad de una forma distinta y por lo tanto actuar de otra manera)
· Fuerte orientación al logro
· Perseverancia
Incluso, desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Esto les permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos.
Consejos de expertos
Tras un fracaso, desde MS Coach Sandoval recomienda realizar un autoanálisis y sumergirse en una profunda introspección.
Consejos de expertos
Tras un fracaso, desde MS Coach Sandoval recomienda realizar un autoanálisis y sumergirse en una profunda introspección.
"No hay que negarlo. Por el contrario, es bueno hacer foco en los errores para tomarlo como oportunidad de aprendizaje y no como culpa. Que sea una episodio que nos haga crecer y nos ayude a superar los obstáculos en la próxima oportunidad", aconseja el consultor.
Y, desde Adecco, Besler subraya: "Nunca se debe perder la capacidad de autocrítica e introspección que nos permitirán poder en el futuro, actuar y aplicar modelos distintos que nos conduzcan al éxito."