martes, 28 de mayo de 2013

Directores financieros con capacidad de liderazgo y trabajo en equipo se buscan

En esta columna especial para iProfesional, Alejandro Moreno, profesor del programa “Finanzas Corporativas” de ESADE Business School, señala que para cumplir exitosamente con su rol dentro de las empresas, estos ejecutivos deben contar con un perfil integral 

Por Alejandro Moreno, profesor del programa “Finanzas Corporativas” del PMD de ESADE Business School

Mucho se discute en la doctrina respecto a si lo importante es crear valor para los accionistas o para los clientes. Parecería que el enfoque de los financieros debería apuntar a crear valor para los accionistas y el de los comerciales deberían ser los clientes. Sin embargo en el enfoque sistémico, donde lo importante es ver a la empresa como un sistema y no como una suma de partes, las responsabilidades se confunden y ambas áreas deberían preocuparse por los dos grupos de interés en forma simultánea.
En este contexto, y bajo esta modalidad de trabajo, los ejecutivos de las empresas deben tener una formación integral que soporte todo tipo de análisis horizontal en la organización.

A modo de ejemplo sería deseable que gerentes de otras áreas distintas de la financiera complementen su trabajo con una visión de finanzas. Esto conduciría a mejorar las relaciones entre los distintos líderes de área y a manejar la empresa como un verdadero sistema.

Pero, sin dudas, quienes deben ser los abanderados en las decisiones financieras son los ejecutivos de dichas áreas.
Dada las exigencias de la responsabilidad del cargo, los ejecutivos financieros deben ser personas con fuerte formación en finanzas. Pero tan importante como el buen manejo de los números debe ser su capacidad de liderazgo, trabajo en equipo y su habilidad para adaptarse al dinámico mercado.
En línea con el enfoque sistémico, el ejecutivo financiero tendrá que interactuar en forma habitual con sus pares en la empresa, con visiones diferentes del éxito, y en todas las situaciones se deberá mostrar firme pero flexible.
En este sentido, las nuevas generaciones de ejecutivos para los cuales la carrera de grado es sólo el comienzo de su formación profesional, reciben a través de una maestría o de un posgrado de especialización una formación integral que los ayuda a afrontar la visión moderna de los cargos ejecutivos con mayor soltura.
La flexibilidad tiene aún mayor importancia en el marco de economías inestables como Argentina y Uruguay donde es necesario estresar cualquier decisión a tomar para ser consciente del impacto que puede tener ante cualquier cambio en las variables claves.

Los análisis de riesgo, como lo son los análisis de sensibilidad o de escenarios, son herramientas clave e imprescindibles para complementar cualquier evaluación financiera en economías como las de la región.
Tanto Uruguay como la Argentina, aunque en nuestro país en mayor escala, presentan notoria incertidumbre respecto a variables como la inflación, la devaluación, entre otras, que hacen que al tomar una decisión donde estén en juego estos conceptos, es importante ser conscientes de cómo ‘pega' cualquier cambio en las mismas.

Tan importante como conocer los riesgos es tener preparados además planes de acción en caso que alguna variable se desvíe, tratando de generar una oportunidad a partir de dicha situación.
El ejecutivo financiero no debería optar por situaciones en las cuales un cambio en las variables deje a la empresa en una situación que no pueda revertir y la lleve a la quiebra.

Inmerso en la empresa, normalmente tiene bajo su responsabilidad tareas vinculadas a la gestión operativa, tales como cobranzas, pago a proveedores y otras decisiones de inversión cuya recuperación es de más largo plazo, como son las inversiones en activo fijo.

Las primeras (cobranzas y pagos) forman parte de la inversión en capital de trabajo que tiene la compañía. Es importante que los ejecutivos financieros vean esto como una inversión y que, como toda inversión, debe realizarse siempre y cuando el retorno que deje en la empresa supere al costo de financiarla o que, dicho de otro modo, cree valor, que es el motor de toda decisión financiera.
Difícilmente un gerente financiero tome una decisión de llevar a cabo una inversión en activo fijo sin realizar un análisis previo de si esta inversión crea valor a la empresa, a través del armado de un flujo de fondos futuro y cálculo del valor presente neto (VPN).

Sin embargo, es usual que se tomen decisiones en materia de capital de trabajo, como puede ser extender el plazo de cobranza a los clientes, sin analizar si dicha decisión crea valor para la empresa o por lo menos sin ser conscientes de cuál es el impacto financiero de la misma.
En definitiva, para que todo esto ayude al éxito de la empresa, los ejecutivos financieros deben ser personas con sólida formación profesional, manejo de herramientas financieras pero principalmente con capacidad de liderazgo, flexibilidad y habilidades para trabajar en equipo.
Es clave que el ejecutivo financiero tenga una visión integral de toda la empresa donde confluyen todas las decisiones estratégicas y operativas para lograr su objetivo principal: crear valor para los accionistas y también para los clientes.

Aumenta el nivel global de compromiso de los empleados con sus empresas

Un estudio anual de Aon Hewitt sobre más de 2.500 organizaciones revela un leve incremento de los niveles de compromiso: alcanzaron el 60% en 2012, en comparación con el 58% registrado en 2011 y el 56% en 2010. Cómo fueron los resultados según las regiones y segmentos

A pesar de que las organizaciones de todo el mundo continúan haciendo frente a la volatilidad económica y a inusuales modelos de crecimiento derivados de la recesión global, un nuevo análisis realizado por la firma Aon Hewitt indica que el compromiso global de los empleados y sus precepciones generales sobre su experiencia laboral continúan experimentando un tímido avance.
El estudio anual de Aon Hewitt sobre más de 2.500 organizaciones en representación de 3.800.000 empleados revela que los niveles de compromiso global de los empleados alcanzaron el 60% en 2012, en comparación con el 58% registrado en 2011 y el 56% en 2010. La forma en la que los trabajadores percibían su experiencia laboral en general también mejoró en 2012.
Las áreas que han experimentado un mayor incremento de puntuación en relación con la percepción general de los empleados son: comunicación efectiva (+7 puntos porcentuales), liderazgo de la unidad de negocio/división (+6 puntos porcentuales), gestión del rendimiento (+5 puntos porcentuales), innovación (+5 puntos porcentuales) y reconocimiento (+5 puntos porcentuales).
Por otro lado, las puntuaciones sobre compromiso bajaron en las siguientes áreas: autorrealización (-3 puntos porcentuales), clientes (-3 puntos porcentuales) y reputación de la organización (-2 puntos porcentuales).
"Al estar las organizaciones globales sometidas a fuertes presiones competitivas -exigencia de incremento de beneficios, volatilidad de los mercados financieros, incertidumbre política y cambios globales en los indicadores demográficos de la fuerza laboral- el descenso de los niveles de compromiso puede tener consecuencias negativas a largo plazo en los resultados empresariales", afirma Ken Oehler, responsable del estudio de Global Engagement de Aon Hewitt.
"Lograr el compromiso de los empleados clave en los comportamientos clave es uno de los ingredientes principales para gestionar con éxito en condiciones económicas adversas. Nuestra investigación muestra que las organizaciones que presentaban mayores niveles de compromiso que sus competidores durante la recesión económica también han experimentado un mayor crecimiento en los años posteriores, y esperamos que las firmas que están gestionado activamente el compromiso de sus empleados hoy en día tengan mayores oportunidades de crecimiento en el futuro", explica Oehler.
Por región
El análisis de Aon Hewitt muestra que los niveles de compromisos en 2012 varían por región. Los mayores crecimientos en los niveles de compromiso se han producido en Europa (con una mejora de 5 puntos porcentuales) y en América Latina (con una mejora de 3 puntos porcentuales).
En tanto, en América del Norte, el compromiso se redujo ligeramente hasta el 63%, la puntuación más baja desde 2008. Las puntuaciones en la región de Asia-Pacífico se han mantenido constantes con respecto a las de 2011.
Por segmentos
A su vez, el trabajo señala diferencias en los niveles de compromiso por razón de nivel profesional y generacional.
Se observa sin sorpresa cómo la alta dirección y los senior managers son los más comprometidos (66%), seguidos por los mandos intermedios, los líderes de equipos y los supervisores.

Los empleados con un perfil profesional como ingenieros, abogados o enfermeros, presentan los niveles más bajos de compromiso global, con sólo un 55 por ciento.

Asimismo, se han identificado diferencias sustanciales por generación. Los profesionales pertenecientes a la generación del Baby Boom cuentan con los niveles más elevados de compromiso (65%), seguidos por los de la Generación X (58%) y los del Milenio (55 por ciento).
"Los aspectos multiculturales, multi-generacionales y geográficos suponen nuevos retos para los líderes que están tratando de conseguir altos niveles de compromiso por parte de sus empleados", afirma Oehler.


Y completa: "Entender las diferencias que existen por razón del tipo de funciones, generación y nivel funcional, permite a una organización identificar los nichos críticos a los que deben orientar sus recursos de una forma diferente, y también les ayuda a comprender mejor cómo pueden adaptar sus estrategias de compromiso para atraer a grupos específicos de personas".
¿Cómo mejorar los niveles de compromiso?
Las conclusiones del Global Employee Engagement Report suponen una llamada de atención para que los directivos conviertan el compromiso de los empleados en un asunto prioritario para la organización.
 Aon Hewitt cree que los responsables de las organizaciones globales obtendrán el máximo rendimiento de su inversión en el compromiso de los empleados si asumen el liderazgo de estos proyectos y se centran en la mejora de los siguientes factores:
• Oportunidades de carrera profesional: por quinto año consecutivo, las oportunidades de carrera se mantienen entre los principales factores que impactan positivamente en los niveles generales de compromiso en todas las regiones menos en Latinoamérica.

Aun así, menos de la mitad de los empleados (47%) piensa que cuenta con buenas oportunidades de ascenso en su carrera dentro de sus organizaciones.
• Reputación: de acuerdo con Aon Hewitt, el 52% de los empleados sabe por qué quieren ser reconocidas sus organizaciones en el mercado, por lo que éste es el segundo factor de compromiso más importante a nivel global.
Según Oehler, "si la organización no cuenta con una respuesta clara y concisa a esta pregunta, será difícil atraer, retener y comprometer al talento necesario para lograr el éxito empresarial."
• Retribución: globalmente, la retribución es un factor de compromiso que se ha situado entre los principales durante los dos últimos años.
• Reconocimiento: de acuerdo con el análisis realizado por Aon Hewitt, los empleados quieren ser reconocidos por los resultados de su trabajo y por las dificultades a las que se han tenido que enfrentar.


No obstante, sólo el 48% de los trabajadores cree que sus empleadores reconocen actualmente este tipo de esfuerzo extraordinario.

"Al continuar las empresas centradas en la gestión de gastos y en lograr el crecimiento, el reconocimiento puede resultar muy efectivo a la hora de motivar a los empleados y a menudo tiene un coste muy bajo o nulo para la empresa", afirma Oehler.
• Comunicación: el análisis de Aon Hewitt indica que solo la mitad de los empleados en todo el mundo cree que su empresa es efectiva a la hora de comunicarse con los empleados.

Una comunicación orientada al compromiso, en la que se hable a los empleados de la organización, del lugar que ocupan en la misma y de los planes de futuro puede hacer que los empleados sientan que están aportando valor añadido a la empresa y contribuyendo a los resultados de la misma.
• Desarrollo de la actividad: poco más de la mitad de los trabajadores (55%) afirma contar con las herramientas y recursos necesarios para desarrollar su actividad dentro de la organización de forma efectiva.

Simplemente eliminando algunas barreras para el correcto desarrollo de la actividad, como establecer objetivos claros, reducir la complejidad de los procesos o asegurar que la tecnología apoya a la productividad, se ayudaría a reducir la ansiedad, el estrés y la frustración, así como a desbloquear el potencial y el rendimiento de las personas.
Fuente: iProfesional