En esta columna especial para iProfesional, Alejandro Moreno, profesor del programa “Finanzas Corporativas” de ESADE Business School, señala que para cumplir exitosamente con su rol dentro de las empresas, estos ejecutivos deben contar con un perfil integral
Por Alejandro Moreno, profesor del programa “Finanzas Corporativas” del PMD de ESADE Business School
Mucho se discute en la doctrina respecto a si lo importante es crear valor para los accionistas o para los clientes. Parecería que el enfoque de los financieros debería apuntar a crear valor para los accionistas y el de los comerciales deberían ser los clientes. Sin embargo en el enfoque sistémico, donde lo importante es ver a la empresa como un sistema y no como una suma de partes, las responsabilidades se confunden y ambas áreas deberían preocuparse por los dos grupos de interés en forma simultánea.
En este contexto, y bajo esta modalidad de trabajo, los ejecutivos de las empresas deben tener una formación integral que soporte todo tipo de análisis horizontal en la organización.
A modo de ejemplo sería deseable que gerentes de otras áreas distintas de la financiera complementen su trabajo con una visión de finanzas. Esto conduciría a mejorar las relaciones entre los distintos líderes de área y a manejar la empresa como un verdadero sistema.
Pero, sin dudas, quienes deben ser los abanderados en las decisiones financieras son los ejecutivos de dichas áreas.
A modo de ejemplo sería deseable que gerentes de otras áreas distintas de la financiera complementen su trabajo con una visión de finanzas. Esto conduciría a mejorar las relaciones entre los distintos líderes de área y a manejar la empresa como un verdadero sistema.
Pero, sin dudas, quienes deben ser los abanderados en las decisiones financieras son los ejecutivos de dichas áreas.
Dada las exigencias de la responsabilidad del cargo, los ejecutivos financieros deben ser personas con fuerte formación en finanzas. Pero tan importante como el buen manejo de los números debe ser su capacidad de liderazgo, trabajo en equipo y su habilidad para adaptarse al dinámico mercado.
En línea con el enfoque sistémico, el ejecutivo financiero tendrá que interactuar en forma habitual con sus pares en la empresa, con visiones diferentes del éxito, y en todas las situaciones se deberá mostrar firme pero flexible.
En este sentido, las nuevas generaciones de ejecutivos para los cuales la carrera de grado es sólo el comienzo de su formación profesional, reciben a través de una maestría o de un posgrado de especialización una formación integral que los ayuda a afrontar la visión moderna de los cargos ejecutivos con mayor soltura.
La flexibilidad tiene aún mayor importancia en el marco de economías inestables como Argentina y Uruguay donde es necesario estresar cualquier decisión a tomar para ser consciente del impacto que puede tener ante cualquier cambio en las variables claves.
Los análisis de riesgo, como lo son los análisis de sensibilidad o de escenarios, son herramientas clave e imprescindibles para complementar cualquier evaluación financiera en economías como las de la región.
Los análisis de riesgo, como lo son los análisis de sensibilidad o de escenarios, son herramientas clave e imprescindibles para complementar cualquier evaluación financiera en economías como las de la región.
Tanto Uruguay como la Argentina, aunque en nuestro país en mayor escala, presentan notoria incertidumbre respecto a variables como la inflación, la devaluación, entre otras, que hacen que al tomar una decisión donde estén en juego estos conceptos, es importante ser conscientes de cómo ‘pega' cualquier cambio en las mismas.
Tan importante como conocer los riesgos es tener preparados además planes de acción en caso que alguna variable se desvíe, tratando de generar una oportunidad a partir de dicha situación.
Tan importante como conocer los riesgos es tener preparados además planes de acción en caso que alguna variable se desvíe, tratando de generar una oportunidad a partir de dicha situación.
El ejecutivo financiero no debería optar por situaciones en las cuales un cambio en las variables deje a la empresa en una situación que no pueda revertir y la lleve a la quiebra.
Inmerso en la empresa, normalmente tiene bajo su responsabilidad tareas vinculadas a la gestión operativa, tales como cobranzas, pago a proveedores y otras decisiones de inversión cuya recuperación es de más largo plazo, como son las inversiones en activo fijo.
Las primeras (cobranzas y pagos) forman parte de la inversión en capital de trabajo que tiene la compañía. Es importante que los ejecutivos financieros vean esto como una inversión y que, como toda inversión, debe realizarse siempre y cuando el retorno que deje en la empresa supere al costo de financiarla o que, dicho de otro modo, cree valor, que es el motor de toda decisión financiera.
Inmerso en la empresa, normalmente tiene bajo su responsabilidad tareas vinculadas a la gestión operativa, tales como cobranzas, pago a proveedores y otras decisiones de inversión cuya recuperación es de más largo plazo, como son las inversiones en activo fijo.
Las primeras (cobranzas y pagos) forman parte de la inversión en capital de trabajo que tiene la compañía. Es importante que los ejecutivos financieros vean esto como una inversión y que, como toda inversión, debe realizarse siempre y cuando el retorno que deje en la empresa supere al costo de financiarla o que, dicho de otro modo, cree valor, que es el motor de toda decisión financiera.
Difícilmente un gerente financiero tome una decisión de llevar a cabo una inversión en activo fijo sin realizar un análisis previo de si esta inversión crea valor a la empresa, a través del armado de un flujo de fondos futuro y cálculo del valor presente neto (VPN).
Sin embargo, es usual que se tomen decisiones en materia de capital de trabajo, como puede ser extender el plazo de cobranza a los clientes, sin analizar si dicha decisión crea valor para la empresa o por lo menos sin ser conscientes de cuál es el impacto financiero de la misma.
Sin embargo, es usual que se tomen decisiones en materia de capital de trabajo, como puede ser extender el plazo de cobranza a los clientes, sin analizar si dicha decisión crea valor para la empresa o por lo menos sin ser conscientes de cuál es el impacto financiero de la misma.
En definitiva, para que todo esto ayude al éxito de la empresa, los ejecutivos financieros deben ser personas con sólida formación profesional, manejo de herramientas financieras pero principalmente con capacidad de liderazgo, flexibilidad y habilidades para trabajar en equipo.
Es clave que el ejecutivo financiero tenga una visión integral de toda la empresa donde confluyen todas las decisiones estratégicas y operativas para lograr su objetivo principal: crear valor para los accionistas y también para los clientes.